El tenis de mesa tiene larga tradición. El primer campeonato nacional en El Salvador se realizó en 1937. En los años 40 los hermanos Federico y Roberto Aguilar Meardi llegaron de Francia entusiasmados con el deporte e hicieron el primer intento de masificarlo. En 1950 se realizó en El Salvador el primer campeonato centroamericano de tenis de mesa.

En los años 60 la cooperación internacional japonesa manda un contingente de entrenadores de varios deportes, entre ellos de Tenis de Mesa. Enseñaban en el Círculo Deportivo de San Salvador y en la desparecida Escuela de Educación Física de la Escuela Normal de Maestros en el valle de Zapotitán.

Niñas de la selección juvenil escuchan las instrucciones de su entrenador en el Palacio de los Deportes. Esta disciplina tampoco ha conseguido medallas a nivel panamericano. Regionalmente, Guatemala sigue predominando sobre nosotros.

Juveniles e infantiles durante una sesión de entrenamiento en el Palacio de los Deportes. La federación de Tenis de Mesa cuenta con 9 entrenadores asalariados que funcionan como multiplicadores del deporte por todo el país por medio de distintos proyectos. Actualmente  la empresa japonesa Nittaku patrocina un proyecto con 40 mesas y equipo que se ha repartido en 11 pueblos en todo el país.

El tenis de mesa salvadoreño nunca ha logrado clasificar a un atleta para los juegos olímpicos. Ante el desarrollo de la disciplina en la región, esa posibilidad es aún más lejana. Países como Argentina, Brasil y República Dominicana han nacionalizado a jugadores chinos para lograr medallas en este deporte y subir el nivel. El juego sucio también se vale; dos jugadores de la selección salvadoreña fueron reclutados en secreto por México para servir de sparrings a los seleccionados mexicanos y pasar los métodos de entrenamiento que han dado resultado a los salvadoreños.

El Gimnasio de la Federación Salvadoreña de Tenis de Mesa (Fesalteme) funciona en el Palacio de los Deportes después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe El Salvador 2002. Para la ocasión se construyeron y reconstruyeron instalaciones que son hasta hoy los centros más importantes del deporte en el área metropolitana: La Villa Olímpica, Complejo Polideportivo Ciudad Merliot y el Palacio de los Deportes.

El tenis de mesa es un deporte ideal para practicarse a nivel recreativo ya que para jugar un partido no es necesario tener mucha técnica ni gran condición física. Esto explica su popularidad en todo el mundo. Pero a nivel competitivo la situación es otra. El salvadoreño mejor ranqueado es Josué Donado, número 502 del mundo, que juega en un club en España como profesional.

La Fesalteme tiene un equipo de 60 atletas de las selecciones infantiles, juveniles y mayor. Pero la federación calcula que hay unas 5 mil personas que practican el deporte en el país. Otro esfuerzo para mejorar el nivel es el de la creación de la primera liga de clubes en El Salvador. Existen varias empresas que promueven entre sus empleados el juego y la federación busca crear una competencia para enfrentarlas.

La Fesalteme recibe 140 mil dólares al año por parte del Indes que representan el 55% de sus gatos anuales. La otra parte son patrocinios de la empresa privada y donaciones en equipo, publicidad y otras. La directiva de la federación, como la ley lo establece, debe trabajar ad honorem. Es una medida para evitar que los directivos se lucren del deporte.