Yo era un niño de 8 años y recuerdo que estaba junto con mis padres quienes eran empleados de gobierno y gozaban de asueto nacional. Ellos estaban muy atentos a lo que pasaba por la televisión, en cambio yo estaba molesto porque en todos los canales solo pasaban lo relacionado a la firma de la paz y yo quería ver caricaturas o películas. Resignado, me quedé viendo la televisión junto con mis padres y pregunté: ¿si la guerra es en El Salvador porque firmamos la paz en México?. Hubo respuestas pero ninguna que merezca la pena recordar. Me acuerdo que salí a la calle y a mis amigos les dije algo así: "De ahora en adelante ya no va a haber muertos, ni cosas malas, los noticieros solo pasarán buenas noticias". Para esos días, también pasaban una micro-cápsula del Ejército que anunciaba las bajas militares y otras actividades que realizaba. Poco a poco, la realidad y el tiempo me demostró que las muertes, conflictos y actos de violencia en El Salvador no habían terminado. La pregunta que me quedó entonces en la mente era: "¿Por qué sigue habiendo actos de guerra si ya firmamos la paz?"