Nombre: Judit Verónica Hernández
Ocupación: Mercadóloga
Edad: 33 años
Para 1992, vivía en Nicaragua. A mis 14 años, años no me imaginaba que la Firma de los Acuerdos de Paz, de los cuales me di cuenta por las noticias y las pláticas de mis padres, traería consigo el retorno al país que nos vio nacer. Amaba vivir en Nicaragua, sin embargo, reencontrarnos finalmente con toda mi familia causaba cierta alegría, aunque dejar los amigos pesaba en el alma. Llegamos a El Salvador, si mal no recuerdo, en marzo del mismo año. Recuerdo a mi hermano besando el suelo en el aeropuerto antes de tomar el avión y la despedida que nos habían dado los vecinos. Es un choque cultural difícil de digerir para una adolescente: tan cerca los países y tan diferente su cultura, cuesta adaptarse. Para mí, los Acuerdos de Paz sí significaron un antes y después. El antes fue una infancia feliz en Nicaragua; el después, la lucha constante por salir adelante en mi propia tierra.