Nombre: Nelly Villatoro Ruiz
Ocupación: arquitecta
Edad: 37 años
El 31 de diciembre de 1991 estaba en Santa Rosa de Lima, La Unión, en casa de mi abuela. Estábamos todos, tíos y primos, algún amigo de la familia. Para no variar, los guardias habían disparado al aire y habían dejado sin energía a todo el pueblo así que a oscuras estábamos todos escuchando la radio que funcionaba con baterías. De pronto, mi tío dijo “se acabo, hasta aquí llego la guerra” y sentí algo de lo más extraño. Me fui a un rincón y me senté en el piso, pasaron por mi mente tantas imágenes: la de los muertos que amanecían todos los días en la morgue de San Miguel y que yo contaba camino a la escuela; la de los cuerpos tirados en la calle camino a San Salvador; los combates a medianoche que nos libraban de ir a clases; aquel sábado en que vi a mi mamá llorar desconsolada tras una llamada que le avisaba de la muerte de mi tío. Pero sobre todo recordé el rostro aterrorizado de aquel muchacho que quiso entrar a mi casa tratando de evitar que lo reclutara el ejército y que nada pudo hacer… Me dolió el corazón por ellos, por todos, por mí, por aquellos amigos alegres de mi papá que vivían en el Mozote y cuya casa visitamos en enero de 1992 solo para ver con nuestros ojos lo que les había hecho la guerra.Así me encontró la Paz, recordando mis muertos y tratando de imaginar cómo sería vivir en paz.